¿Pudo la mascota del pleistoceno haber sido un zorro?
Enterramiento "Uyun al-Hammam" |
Además de los restos humanos, los arqueólogos y paleontólogos de las Universidades de Cambridge y Toronto, dirigidos por Lisa A. Maher, han descubierto varios huesos de animales en los enterramientos. En la tumba uno, se encontró un cráneo de zorro, junto con su húmero izquierdo, así como los restos de una gacela, un ciervo y una tortuga. En la tumba siete, los investigadores encontraron la mayor parte de un esqueleto de zorro, una cornamenta de ciervo y un fragmento de cuerno de cabra. Es muy comun encontrar pedazos de cuernos de animales, o huesos esculpidos como herramientas alrededor de asentamientos humanos, pero ¿un esqueleto completo de zorro? Esto es inusual.
Comparando el cráneo de zorro con otros cráneos de cánidos de la misma región geográfica, los investigadores fueron capaces de determinar que era de zorro rojo (Vulpes vulpes), que se sabe que se encontraba presente en esa área durante el final del Pleistoceno. Se descubrió que, algo sorprendente, el cráneo de zorro y el esqueleto de zorro pertenecieron al mismo individuo.
Pero ¿por qué se encontró el cráneo y el húmero del zorro en la tumba uno, mientras que el resto del esqueleto estaba en la tumba siete ?
Resultó que el humano (probablemente varón, esto no se sabe a ciencia cierta) que originalmente fue enterrado en la tumba siete se movió -por alguna razón desconocida- a la tumba uno. La colocación de los huesos del zorro en relación con los huesos humanos sugiere fuertemente que los dos fueron enterrados juntos intencionadamente. Pero aunque se han encontrado otros huesos de zorro en otras localizaciones en "Uyun al.Hammam", todos los demás muestran signos de consumo, como marcas de cuchillo en los huesos, o evidencias de haber sido quemados. Este zorro, sin embargo, es el único encontrado con el esqueleto intacto y sin evidencias de consumo o utilización. Por eso, Maher no cree que los huesos de zorro se incluyeran en la tumba como alguna clase de "accesorio". En cambio, como el cráneo del zorro fue cambiado de sitio intencionadamente desde la tumba siete a la tumba uno a la vez que los restos humanos se movieron en la misma dirección, Maher sugiere que había algún tipo de relación especial entre ese individuo humano y ese zorro en particular. Ella escribe "Es posible que la unión entre el zorro y el humano fuera tal que cuando el humano murió el zorro fuera sacrificado y enterrado a su lado. Más tarde, cuando las tumbas se reabrieron, esta relación se recordó y los huesos se movieron juntos, para que la persona muerta pudiera continuar teniendo al zorro consigo en el más allá."
Se ha aceptado comunmente que la domesticación del perro comenzó hace alrededor de 15.000 años en el Oriente Medio, alrededor del mismo periodo en que se produjeron los enterramientos de "Uyun al Hammam". Otras excavaciones arqueológicas de la región corroboran la relación emergente entre los humanos y los cánidos, como la tumba de Ein Mallaha en el Norte de Israel, que incluye a una mujer mayor enterrada con su mano apoyada en un cachorro, cerca de su cabeza. Y en otra excavación cercana en Israel, llamada Hayonim Terrace se han encontrado a tres humanos con los esqueletos completos de dos perros.
Dado que los humanos primitivos en Oriente Medio estaban construyendo algún tipo de relación simbiótica con pequeños lobos grises (Canis lupus) los cuales, a través de un prolongado periodo de domesticación, se convirtieron en el perro doméstico (Canis familiaris), se puede razonablemente inferir que los zorros también pudieran haberse considerados candidatos potenciales para la domesticación. De hecho, un estudio longitudinal conducido en Siberia, ha demostrado que los zorros son bastante fáciles de domesticar. Probablemente nunca sabremos cuál fue la relación entre los habitantes tempranos del Valle del Río Jordán y el zorro rojo, pero las evidencias que tenemos sugieren que estos pequeños cánidos fueron más que recursos alimenticios, para trabajar, o para pieles. En cambio, había algún tipo de fuerte relación emocional que garantizaba rituales de enterramiento especiales.
Via "The Thoughtful Animal" de Jason Goldman
Maher LA, Stock JT, Finney S, Heywood JJ, Miracle PT, & Banning EB (2011). A unique human-fox burial from a pre-natufian cemetery in the levant (jordan). PloS ONE, 6 (1) PMID: 21298094
La verdad que el tema de la domesticación del zorro es chulísimo, ya escribiré una entrada sobre Belyaev y sus zorritos más adelante. Es curioso que los zorros hubieran podido ser "perros" pero nunca llegaran a serlo. La verdad, yo creo que es porque huelen fatal... ni la domesticación puede con esa peste...
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