martes, 31 de diciembre de 2013

Resumen de las recetas favoritas del año

Este año he aprendido muchísimas cosas del mundo de la cocina sin gluten. Me he encerrado en la cocina muchas horas, y he pasado mucho tiempo buceando por internet, entre cursos, blogs, quedadas del facebook...

Y gracias a eso he podido mejorar muchas de las recetas que ya tenía publicadas, que ahora hago de una forma un poquito diferente.
Con las recetas de panadería, el mundo de la Masa Madre ha sido el gran éxito. En mi casa ya nadie se queja de tener que comer pan o pizza sin gluten, y los donuts son obligados por lo menos una vez al mes.

Os pongo un resumen de las recetas que más me piden en casa, de esas que repites, repites y vuelves a repetir, sin cansarnos. Las he editado para añadir los últimos detalles, y que en vuestra casa gusten tanto como en la mía.

Masa madre lista para usar
Lo primero, la Masa Madre. Por supuesto, no es obligado hacerla. Todas las recetas salen con ella, y sin ella. Pero el sabor es infinitamente mejor con ella, y los panes y los bollos aguantan más. Es fácil de hacer, y no requiere casi atención, ¡anímate con ella! Yo empecé con la masa madre de maizena y harina de garbanzo, y ahora tengo otra de garbanzo y trigo sarraceno. Así me es más fácil adaptar las recetas. Simplemente quito 50 gr de harina panificable de la receta y 50 gr de líquido, y los sustituyo por 100g de mi masa madre. Merece la pena.

Pan tipo bimbo, igual pero sin gluten Lo segundo, el pan de molde. Lo hago cada quince días, más o menos. A veces sube más, a veces sube menos, pero de sabor es perfecto. Lo puedes comer tostado y sin tostar, no desmiga y no se rompe. En la nevera aguanta una semanita bastante bien, yo la mitad la guardo tal cual, y la otra mitad la guardo en el congelador y la voy sacando. Cuando algo se queda ya tieso, hago migas extremeñas, y preparo otra tanda.


Un favorito de mi casa, y de los que pasáis por el blog buscándolos: Dorayakis de Doraemon. Para mí gusto, más ricos si en vez de agua (receta original japonesa) los hacéis con leche (en mi casa de soja). Pero caen todos.

 Todos los viernes noche: pizza, pizza, pizza. Finita y crujiente, es como gusta en mi casa. Si te gusta más esponjosa, déjala levar una horita más. No sabrán que es sin gluten.

Y después del cocido, croquetas. Cada vez que las hago, me asombro de que  sean sin gluten y sin leche.

Para merendar, donuts. Receta adaptada de Nuria, con masa madre ya quedan que ni pintados. Mi marido suspira con ellos, y es un tiquismiquis con los donuts.


Si no hay tiempo para hacer donuts, hago donetes en la donetera. No es lo mismo, pero con esta receta quedan super esponjosos, casi etéreos y muy ricos. Y en media horita, tienes merienda y desayuno para el día siguiente. Con glasa o chocolate por encima. Riquísimos.

Para estas fiestas, un capricho: foie al jerez. Sin gluten por naturaleza, y facilísimo de hacer. Y está de morir.


Y por último, pero no menos importante, sobre todo para esta semana: Roscón de Reyes. Con masa madre o sin, con azúcar normal o invertido, con almendritas o fruta escarchada. Pero de vicio.


¡¡Feliz año a todos!!


Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

lunes, 30 de diciembre de 2013

Miedo a los petardos, tratamiento urgente

via
Muchos perros tienen miedo a los petardos y a las tormentas. Muchísimos. Algunos lloran, otros se esconden, unos saltan encima de sus dueños, otros echan a correr... pero todos lo pasan muy mal.

En Navidad, pero sobre todo en Nochevieja, el "deporte nacional" deja de ser el fútbol para pasar a ser tirar petardos y fuegos artificiales. Hay muchas campañas de concienciación en la red pero... asumámoslo, no creo que cale el mensaje.

via
En este blog hemos hablado ya otras veces (aquí y aquí) sobre cómo tratar este miedo a los ruidos fuertes, pero para tratarlo bien, y eliminarlo, se necesita bastante tiempo. Si te ha pillado el toro, y ya no tienes tiempo para hacer una desensitización y contracondicionamiento como es debido (o acabas de descubrir que tu perro les tiene miedo)... Aquí tienes unos consejos para ayudar a tu perro a pasar estas fiestas un poquito menos mal.

via
Lo primero, evita que pueda salir corriendo y escaparse: muchos perros tienen tendencia a salir corriendo a escape en cuanto oyen un ruido fuerte. Así que por estas fechas, sácalo bien atado, no te dejes la puerta abierta accidentalmente (o la ventana, que algunos intentan hasta volar) y cuida que la verja del jardín no tenga ningún punto débil. No necesitamos añadir a la fobia a los ruidos el pánico de estar perdido, y menos aún el dolor del un accidente o atropello. Porque un perro con ataque de ansiedad no mira a los dos lados antes de cruzar...

via
Si tu perro es de los que se esconde, déjale estar. A muchos perros les gusta meterse en rincones para sentirse seguros. Él solito encontrará el lugar en donde menos se oyen los ruidos y se siente más protegido. Dentro de la bañera, debajo de la cama, dentro de un armario... retira las cosas que puedan ser peligrosas para él, y ayuda a que esté más cómodo (puedes poner su colchón o su manta) pero déjale. Puedes quedarte a hacerle compañía si parece que eso le tranquiliza. Nunca le obligues a salir si no quiere.

Si tu perro corre hacia a tí, acógele. No le hables, simplemente quédate a su lado (o con él encima, si es de treparse), y acaríciale despacio. No armes un drama, ni trates de consolarle mimándole a lo bestia, o explicándole que "no pasa nada". Eso no funciona ni con las personas que entienden lo que decimos... Para tu perro, el sentir que tu estás tranquilo y relajado, y a su lado, en contacto, le vale. Puedes aumentar su seguridad desplegando señales de calma: estírate, bosteza, parpadea lento. Verás como le ayuda a sentirse un poco mejor.


Nunca, nunca, grites, pegues o castigues a un perro de ninguna forma mientras tiene miedo. No solo no mejorará su estado emocional, ni cambiará su comportamiento, sino que es posible que te ataque, casi sin darse cuenta, por estar en modo "supervivencia". No intentes sacarle a rastras, ni a la calle ni del sitio en donde esté escondido, aunque sea para tranquilizarlo.

Terapia de choque: puedes intentar hacer un contracondicionamiento, si tu perro no está en ataque de ansiedad total y acepta comida. Coge lo que más le guste, y dale un trocito cada vez que suene un petardo, y en cuanto veas que está algo más tranquilo: cuando deje un poquito de temblar, o cierre la boca que jadeaba, o se desencoja... a la más mínima señal de tranquilidad, o a cualquier señal de calma que el perro ofrezca, premio. No te preocupes si sólo te coge un trozo de cada cinco, o que se los mete en la boca pero no los traga. Sigue poniéndole los trozos delante. Cuando se está ansioso es más difícil coger comida. En cuanto se tranquilice lo suficiente ¡se encontrará con un premio gordo! Si no tienes tiempo de estar dando pedacitos de comida, rellena un kong con algo especialmente rico, y dáselo. Aunque sea, algo le distraerá el olor.

via

Si prevees que va a haber petardos, pero no vas a estar en casa, prepara con antelación. Cierra ventanas y baja las persianas. Deja su "sitio seguro" de fácil acceso, comprueba las salidas para que no escape... y deja algo con lo que pueda entretenerse. Un kong (o varios) relleno de comida difícil de sacar y muy sabrosa harán de su noche una fiesta, como la nuestra, y le ayudarán a superar la situación.

Otra cosa que ayuda mucho es el Adaptil, feromonas para perros. Son totalmente inocuas, y las hay en formato difusor eléctrico (enchúfalo lo más cerca posible de su "sitio seguro" o en forma de collar (que va muy bien para perros que tienen miedo al salir a la calle en estas fechas). Lo venden en clínicas veterinarias y tiendas especializadas.

Ahora también existen unas "camisas" para perros, las thundershirt, que se le ponen encima, tipo abrigo, y les tranquilizan. Sinceramente, yo no las he probado, pero algún cliente mío sí, y no les iba mal. Siempre hay que ponérsela antes de que el perro esté ansioso, y ver qué tal la tolera, porque a algunos no les gusta nada.


Si tu perro tiene ataques de ansiedad de los "de verdad", no coge la comida, tiembla muchísimo, babea, no sale de su rincón en horas, sufre diarreas, las pupilas dilatadas... necesita medicación. Pasa por tu veterinario, que te recete algo, o que te remita a un veterinario etólogo. Ahora hay varias formulaciones con hierbas que pueden mitigar algo la situación, pero a veces se necesita algo más fuerte.

Evita las pastillas que se llaman "calmo": calmisedan, calmivet, calmoneosan... llevan un fármaco (acepromazina) que bloquea la respuesta muscular, pero no elimina el miedo. Piensa en cómo te sentirías si tuvieras un ataque de pánico, e intentaras moverte, pero tuvieras el cuerpo de un borracho... un espanto. Para estos casos, lo mejor es algo de la familia del valium, una benzodiacepina. Pregunta al veterinario.

Y por último, cuando se acaben las fiestas, y todo haya vuelto a la calma... no te olvides de su miedo. Los petardos volverán, en las fiestas de los pueblos, por san José, en el 24 de junio... Busca a un etólogo que te plantee una terapia de comportamiento para superar esos miedos.


Un abrazo a todos y ¡¡Feliz año 2014!!


Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

martes, 24 de diciembre de 2013

Popurrí navideño




Bueno, pues lo principal y primero de todo:

¡¡Feliz Navidad!!

Todos mis deseos de que paséis un buena noche, de Nochebuena de verdad, os pongáis morados a cositas ricas (sin gluten) y os lo paséis fenomenal.

¡¡Un abrazo a todos!!

comic strip
- Antes de irte a hibernar ¿quieres un abrazo? -ok-
- Ejem....
- Podría ser un laaargooo invierno

Para los que me leáis, y necesitéis decirles a vuestra familia como cocinar para vosotros, o tengáis que cocinar para un celíaco, no os perdáis: "Pon un celíaco a tu mesa en Navidad".



Y por favor, por favor, por favor, ¡NO TIRÉIS PETARDOS O COHETES!
imagen de Teresa Marías (o sea, yo)
Que a mí me da igual, pero los pobres perris lo pasan fatal, el número de animales perdidos o atropellados se multiplica en estas fechas, y tengo a la mitad de mis clientes llamando a pedir recetas de ansiolíticos para sus pobres bichos. Que se pasan las fiestas escondidos en la bañera, o bajo una cama. Si tenéis un perro así, podéis leer este post para ayudar a pasar mejor estas fechas.

Por cierto, LAS ALMENDRAS SON TÓXICAS para los perros: nada de turrones, ni mazapanes, ni rellenos de pavo. Y los empachos causan pancreatitis agudas, peligrosísimas. Cuidado con sobrecargar los platos de las mascotas. Y con dejar un jamón encima de una encimera...


Claro, que con un perro así, ningún cuidado será suficiente...

Pues nada, a pasarlo bien, que Papá Noel os traiga muchas cositas chulas, ¡y que vuestro perro no se entere!


Un beso a todos!!

Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

domingo, 22 de diciembre de 2013

Tarta de cumple de Hello Kitty y de cerditos, sin gluten, paso a paso


La verdad es que debería hacer dos posts por separado de ésto, pero no tengo tiempo, y la verdad es que, como el bizcocho era el mismo, son casi la misma tarta pero con dos acabados distintos.

El otro día fue el cumple de Pollito ¡¡cuatro añazos ya!! (jo-como-pasa-el-tiempo-parece-que-fue-ayer y todos esos tópicos). Para irnos mentalizando, y para no volverme loca yo (vamos, para poder comer de todo sin rallarme, y sin intoxicar a la amiga celíaca de mi niña) todo fue sin gluten. TODO.

Las chuches, los panchitos, patatas, doritos, salsas para mojar doritos, sándwiches (del nuevo pan del Mercadona, buenísimo), empanadillas (con la masa de empanada de Adpan), y un super árbol de navidad de hojaldre (para la quedada del facebook, apuntaros, de Adpan también). Todo casero-impostor, ya veis. Y nadie se dio cuenta de que era sin gluten, cuando se lo dijimos, FLIPARON.


Bueno, a lo que íbamos, la receta. El bizcocho de la tarta es Bizcocho de Buttermilk con sabor a fresa, receta vía Celiaquines, con mis tuneos propios por gusto (de la pequeña consumidora) y necesidades no-lácteas. El relleno, nata con sabor a chocolate. Y el fondant, claro. La tarta de cerditos es igual por dentro, cambia que por fuera tienen chocolate fundido y los cerditos, claro, de fondant. Al lío.

Tarta de Hello Kitty


Bizcocho de Buttermilk con aroma de fresa

Ingredientes:

330 gr de harina de repostería sin gluten (yo usé 200g de harina de arroz, 100g de maizena y 30g de harina de garbanzo, pero quedará igual con 200g de arroz y 130g de maizena, o los 330g de mix dolci schar)
1 cucharadita de goma xantana (opcional, pero ayuda mucho)
1/2 sobre de levadura química
1 sobre de bicarbonato (de los de gaseosas, el morado)
300 ml de buttermilk (el mío de soja, con chorrito de limón)
2 cucharadas de azúcar avainillado
165g de mantequilla o margarina
265g de azúcar
5 huevos
pizca de sal
Opcional: aroma de fresa y colorante rojo (sin gluten)

Lo primero, hacemos el buttermilk si no lo podemos comprar. Yo de leche no lo he encontrado nunca, y de soja tampoco... Así que cogemos los 300ml de leche de soja y le echamos el zumo de medio limón. Remueve y deja reposar 10 minutos, espesará y ya podrás usarlo.

Por otro lado, mezcla las harinas con la xantana, la levadura, el bicarbonato, y la sal. Yo lo meto en una bolsa y agito, para que se airee la mezcla y se mezcle bien.

En una batidora, termomix o similar, pon el azúcar con el azúcar avainillado y la mantequilla blanda, y bate hasta que blanquee y se esponje. Entonces ve añadiendo los huevos, uno a uno, hasta que se incorporen bien.

Coge la harina y el buttermilk, y lo echas por tandas: un tercio de harina, remueves, la mitad del buttermilk, remueves, harina, buttermilk, harina. Bate hasta que esté todo bien mezclado. Entonces añade el aroma de fresa y el colorante, poco a poco y vas probando hasta que te guste de intensidad de sabor/olor/color.

Lo pones en un molde aceitado/enharinado, desmontable, de 23 cm. Yo repartí la masa en dos moldes, que lo de cortarlo luego se me da fatal. Y al horno, precalentado a 170ºC, con fuego abajo+ventilador, hasta que se despegue del molde y/o al pincharlo el cuchillo salga limpio. Unos 40 minutos. Déjalo reposar con la puerta abierta pero dentro 10 minutos antes de sacarlo, para que no se asuste y baje.

Relleno de nata:


Ingredientes:
1 brick de nata para montar vegetal Ambiante (de Foody, es sin lácteos, sin gluten, monta de miedo y está buenísima)
4 cucharadas soperas de Nesquik

Monta la nata, bien fría, con la batidora que uses habitualmente. Incorpora el Nesquik poco a poco, hasta que te guste de sabor/color. Si sois más chocolateros, podéis usar chocolate en polvo valor y azucar glass, 1 parte de chocolate por 3 de azúcar.

Pon una base de bizcocho, cubre con una capa generosa de nata, alisándola bien con una espátula. Otro bizcocho, otra capa generosa de nata.

Y ahora, el fondant.

Fondant de Hello Kitty:

El año pasado hice fondant "casero" de nubes. Pero este año, no tenía tiempo, y no encontré nubes blancas, eran todas rosas. Así que lo he comprado en la tienda "Rincón goloso", que está en Las Rozas, Madrid. También tienen tienda on-line. La dependienta, simpatiquísima, me sacó el repertorio de fondant sin gluten-sin leche, se lo sabía todo super bien. Y hacen talleres de repostería "creativa" sin gluten, por si os apetece apuntaros. Yo a lo mejor me pido uno de regalo de Reyes...

Estiras el fondant con rodillo (con pacieeeencciiaaaaa), de un color neutro para hacer la base. Yo puse blanco por encima, y rosa por el borde. Para disimular el borde, puse perlitas de DrOetker, que son aptas.


Lo siguiente, elegir el dibujo. Aquí tienes mil dibujos de todo tipo de personajes infantiles, puedes elegir el que más te guste, lo imprimes al tamaño adecuado, y lo recortas. El que yo elegí es éste.

Pones el dibujo encima de la lámina de fondant, y recortas con una puntilla bien afilada, siguiendo el molde. Y así igual con todos los detallitos. Para pegar el fondant, simplemente mojas la superficie con agua.


Es fácil, pero se necesita buen pulso y mucha paciencia, porque parece que no, pero se tarda mucho rato.

Tarta de cerditos:


El interior es igual, el mismo bizcocho y cobertura. Por encima, lleva una cobertura de ganaché de chocolate negro (aunque como a mí me gusta que cruja, puse chocolate negro derretido al microondas, tal cual). Con una cuchara, deja la superficie haciendo ondas (es fácil, lo difícil es que quede liso...).

Para los cerditos, usas el fondant como si fuera plastilina. Vas haciendo pelotitas, y los detalles los haces con un palillo de dientes. Cabeza: pelotita con dos ojitos. Nariz, pelotita aplastada con dos agujeritos, orejas: pelotita aplastada hecha triangulito. Y así. Vuelves a tener cinco años. Te lo pasas pipa.

Luego unas perlitas de  nuevo, para hacer mono, y unas almendras laminadas "efecto paja" como toque final.


Yo no las tenía todas conmigo, pero en palabras de Guardabosques, que es un tiquismiquis: "parecen de pastelería".

¡Animaros!


Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

jueves, 19 de diciembre de 2013

Recuerdos genéticos

¿Y si su miedo fuera heredado?
Rembrandt Harmensz. van Rijn (1606-69)

Woman with a crying child scared by a dog, ca. 1635
Budapest, Museum of Fine Arts

Si es que no sabemos nada. Todos hablamos de la Ciencia, así, con mayúsculas, pero la verdad es que hay montones de cosas todavía por investigar. De las que no tenemos ni idea. Y hemos llegado a la Luna, pero todavía nos quedan por saber millones de cosas sobre nosotros mismos, sobre cómo funciona nuestro cuerpo.

En el colegio nos enseñan las "verdades" de la ciencia. Cómo funcionan las cosas. Pero lo que no nos dicen es que lo que nos enseñan, no es la "verdad absoluta", sino "lo que por ahora parece que sabemos". Bueno, que me voy por las ramas. Todo esto sale de este artículo recientemente publicado en la revista Nature Neuroscience (vía The Dog Zombie):
"La experiencia olfatoria parental influye en el comportamento y en la estructura neural de las generaciones siguientes"
"Parental olfactory experience influences behavior and neural structure in subsequent generations"

Puff, qué lío...

Os traduzco: lo que huelen los padres, si se relaciona con un recuerdo, éste recuerdo pasa a sus hijos, no sólo como asociación, sino que provoca cambios en su cerebro.

Hala, ahí queda eso. Vale, lo explico más.

Hace no tantos años, yo estudié genética en el colegio. Nos contaron que toda la información sobre "cómo hacer personas (o animales)" está guardado en el ADN, y que el ADN es inamovible. Es decir, que heredamos un ADN "exactamente" igual que el que tenían nuestros padres (aunque mezclado). Pero básicamente igual, y no había nada (excepto mutaciones super, super infrecuentes) que lo hiciera cambiar.

Desde que Darwin explicó su teoría de la evolución, y aprendimos a leer el ADN, se "sabía" que la genética era una lotería, que te tocaba y no podías cambiar, y que la pasarías intacta a tus hijos. Si el resultado de tu lotería era una buena combinación, sobrevivirías, tus hijos también, y todos felices. Si no eran buenos números, te comerían, morirías, no tendrías descendencia, y tu línea genética moriría contigo.

 Y todos nos reíamos del pobre Lamark, que a la vez casi que Darwin, decía que los animales cambiaban a lo largo de su vida para adaptarse a su entorno, y que esos cambios se los pasaban a sus hijos.

via
 www.con-cienciar.blogspot.com.es

Pobre Lamark.... porque, después de tantos años de reírnos de él, pobre ingenuo... ¡tenía razón!

En esta publicación, los experimentadores sometieron a unos ratones a unas experiencias: les daban a oler acetofenona, un producto químico (los olores los percibimos con receptores, los receptores son específicos para cada olor, y hay un gen específico para cada receptor). A la vez que les daban a oler el producto, les daban una pequeña descarga eléctrica. Tampoco muy traumática, sólo lo suficiente para que tuvieran miedo de ese olor (porque les hacía preveer el dolor).

Ratón asustado,
test de campo abierto (open field test)
Éstos ratones macho luego se cruzaban (o se hacía inseminación artificial) con hembras que no habían tenido la experiencia (por lo tanto no podían "enseñársela" a sus crías). Y tenían ratoncitos, claro.

Lo alucinante de ésto es:
1. Los ratoncitos tenían más receptores que sus padres para ese producto químico: su ADN les decía que produjeran más receptores, porque ese producto ahora era más importante. Los ratoncitos podían detectar más rápidamente el químico, y a menor concentración.
2. Los ratones, sin haber estado expuestos previamente a la sustancia, mostraban señales de miedo al exponerse a ella.

En resumen: LOS PENSAMIENTOS SE HEREDAN, LOS MIEDOS SE HEREDAN

Pero no porque de pequeños hayamos estado expuestos al comportamiento de nuestros padres, o de nuestros abuelos. No. SE NOS HA QUEDADO GRABADO EN LOS GENES.

Si tus abuelos pasaron hambre, o tuvieron miedo a la guerra, eso pudo pasar a sus hijos, en sus genes. Si alguno de tus padres sufrió una experiencia traumática, un accidente de coche, una paliza, alguna fobia... eso lo tienes en tus genes. 

Casey's fears
Para mí eso explica muchas cosas. Muchas veces me encuentro con perros con miedos, y algunos de ellos, claramente, no han tenido experiencias que los justifiquen. Casi todos los perros tienen miedo a los hombres con palos, y dudo mucho que ninguno de ellos haya recibido una paliza de uno (bueno, alguno a lo mejor sí...). El caso es que puede que ese miedo sea heredado. Y que por eso nos cueste tanto eliminarlo...

Pero, a lo mejor no pasa sólo con los miedos. También podría pasar con otra clase de experiencias, con las cosas que nos atraen (¿el chocolate?), lo que odiamos irracionalmente (¿las cucarachas?), lo que nos incomoda... Si algún familiar tuvo una experiencia negativa, podemos ser más sensibles a ese tipo de experiencia, y estar predispuestos a que nos den miedo cosas que no tendrían por qué darnos miedo.

Uff, qué complicado es esto. Pero es emocionante.

Porque visto así, ¿qué hay de la gente que recuerda vidas pasadas? Si se pueden heredar las sensaciones ¿no se podrían recordar las imágenes y los traumas que las provocaron?

Glups... No sabemos nada...

Bibliografía:

Dias, B. G., & Ressler, K. J. (2013). Parental olfactory experience influences behavior and neural structure in subsequent generations. Nature Neuroscience, advance online publication. doi:10.1038/nn.3594


Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

lunes, 16 de diciembre de 2013

De médicos

Se toman lo de la Navidad muy seriamente
Tengo la sensación de haberme pasado la semana en La Paz. En realidad sólo teníamos cita el lunes y el viernes, pero han sido tan "intensas" que me han dejado con una sensación de absorción hospitalaria total.

El lunes teníamos nuestra cita en digestivo. Teníamos un plan super bien montado, nos lo íbamos a pasar fenomenal. Aprovechando que Guardabosques tenía el día libre, íbamos a encender nuestro espíritu navideño y de ciudad. El plan: bajar al hospi, y de allí a la calle Mayor, en donde mi hermana (alias Elisabeth Blumen) abre tienda la semana que viene.

Elisabeth Blumen
¿De qué va la tienda? Pues de "Flores y cosas bellas". Además de la organización de decoración floral y de la otra para bodas y celebraciones varias (que ya la tenía en su otro local), va a poner una tienda de "cosas maravillosas". Todo hecho en España, nuevo o antiguo pero precioso y con su "toque". Decoración, perfumería, golosinas... un poco de todo, para disfrutar y regalar.
Abre la semana que viene, en la calle Mayor ya casi esquina Bailén, por si os queréis pasar a comprar vuestros regalos de Papá Noel o Reyes, desde este jueves.

Luego, tocaba paseo por el mercadillo de la Plaza Mayor, a comprar el Misterio del Belén, que no tenemos y hay que ir empezando. No pudimos ir el fin de semana pasado (por las masas, no nos atrevimos), así que tocaba.

Y para terminar, teníamos la inauguración de la exposición "Fiesta y Color" en el Museo Sorolla.


Planazo.

Sí, planazo hasta que Guardabosques atropelló con el coche un "trozoplástico" que nos jorobó todos los bajos, depósito de gasolina... y nos quedamos casi tirados en el Hospital, con dos niñas pequeñas y sin vehículo. Al final pudimos volver con el coche a casa, sí, pero nuestro planes, ¡ay! nos quedamos sin ellos.

Pero a lo que iba, los médicos.

con su nuevo disfraz
La doctora de Digestivo, muy simpática, nos dijo que todo estaba bien. Sorprendentemente. Que a día de hoy, no parece que la niña sea celíaca. Peeerooo.... como la genética la tiene, y síntomas digestivos y ponderales también, pues que hay que seguir mirando. Y que eso significa biopsia. Y que como de todas maneras ya lo íbamos a hacer nosotros por nuestra cuenta, para probar, dieta sin gluten. Que no, que no está en protocolo, pero como nos dijo la doctora, "yo si fuera vosotros también lo tendría que intentar".

Dos años de dieta sin gluten super estricta (vamos, como si fuera celíaca, nada de "por un día..."). Y que luego ya veremos. El día de la biopsia quitamos el gluten, dé la biopsia lo que dé. Que si da positivo, pues eso que tenemos avanzado, y si da negativo, pues eso que teníamos avanzado, porque el siguiente paso es la dieta para ver si con eso mejora.

Y el viernes a endocrino. Porque la niña, además de delgada, está bajita. Mucho. Pero bueno, esto fue algo mejor, porque en la radiografía de la muñeca vimos que tiene el desarrollo óseo de un niño un año menor. Vamos, que lo del crecimiento, mi niña se lo toma con calma, y es probable que siga así hasta la adolescencia. Entonces será de las últimas en dar el estirón, pero al final (se supone) llegará a tener una estatura "normal". Como es genético, y yo nunca tuve retraso en el crecimiento (yo lo que tuve fue falta, ni retraso ni nada), por lo menos esto es algo de lo que podemos echar culpa al padre, y no a mí.

ella no tiene problemas para comer
Vamos, que para el crecimiento, paciencia. Y para las tripas, biopsia y dieta sin gluten desde Reyes (o sea, más paciencia).

Eso sí, la doctora nos explicaba lo de la dieta, y que para el estreñimiento lo mejor no eran las judías verdes, sino los zumos de frutas comerciales. Y Pollito cada vez más triste, y más triste...
- Pollito ¿qué te pasa?
- Que no quiero ser como papá, que yo quiero leche y yogures. (Aquí poner vocecita triste)
- No, Pollito, dice la doctora que tienes que comer como mamá, no como papá.
- ¡¡¡Buaaaaaa!!!!
- Pero Pollito, ¡si mamá come casi de todo! ¿a que sí?
- Sí, pero ¡¡¡no quiero comer judías verdes!!! (Aquí poner berrinche total)

Pobrecilla, pensó que a partir de ahora, sólo podía comer verdura.


Al final se lo pudimos explicar, y ya está más tranquila. Como en casa comemos casi todo ya sin gluten, pues no se va a enterar mucho. Con los cumples sí que va a ser más lío, pero en fin... si tampoco es que coma mucho, ella con unos gusanitos es feliz durante horas...

Ya os seguiré contando. Ahora, me voy a preparar tartas, que ¡el martes tenemos cumple!
Con tarta de fresa y de Hello Kitty, a ver qué nos sale. Ya os la pondré, esa y la de cerditos del domingo.

Montando el árbol
Y a ver si conseguimos el Belén, que por a hora sólo tenemos un mini-árbol. Y vosotros ¿qué tal ese espíritu navideño?


Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

domingo, 8 de diciembre de 2013

Hombrecitos de pan de gengibre, sin gluten


A esta receta le tenía ganas Pollito, y no le iba a decir yo que no. Que además, es muy propia de estas fiestas. Añádele que mi hermana es de las del "club del molde" y que su último regalo para su sobri ha sido un kit infantil de repostería del ikea, y ya tenéis receta asegurada. Había que probarlo todo, claro.

Duktig
La receta es una típica norteamericana, pasados los ingredientes a gramos y adaptado al mundo sin glu (y sin lácteos). Son facilísimas, la masa se maneja muy fácilmente, y son fenomenales para pasar  una tarde de invierno entreteniendo a los niños. Y si además resulta que así tu hija inapetente se come dos galletas, pues la guinda.

Ingredientes:

350 gr de harina sin gluten de repostería (funciona con 250g de harina de arroz y 100 de maizena, o esa misma cantidad de mix dolci schar, pero yo le puse 200 gr de harina de arroz, 100 de maizena, 25 de garbanzo y 25 de trigo sarraceno).

1 cucharada de postre de goma xantana
1 cucharada de postre de bicarbonato
2 cucharadas de postre de gengibre en polvo
2 cucharadas de postre de azúcar avainillado
1 cucharada de postre de canela
un pellizco de nuez moscada (poco, que pica!)
125gr de mantequilla (yo puse 60 gr de margarina y 65gr de aceite de coco)
175gr de azúcar moreno
1 huevo de gallina feliz
4 cucharadas soperas de miel oscura (de abeja, de caña o melaza)

Mezclar la harina, las especias, el azúcar, la goma xantana y el bicarbonato y airear bien. Yo lo pongo todo en una bolsa, la cierro y la agito como en una coctelera.

Poner en un bol, y añadir la mantequilla a trocitos pequeños, pellizcando hasta que se integre, y quede como serrín grueso.


Mezclar el huevo con la miel, y añadir. Amasa hasta que forme una bola suave. Yo lo hago en la panificadora, que me amasa todo sin yo mancharme las manos. Pero puedes hacerlo a mano, en la termomix o en cualquier amasadora igual.

Envuelve la pelota en papel film, y déjala reposar en la nevera media horita.

Saca, extiende la masa sobre un papel vegetal con un rodillo, hasta medio centímetro de espesor o un poco menos. Se estira fenomenal, y no se pega nada de nada.

Corta figuritas con un cortapastas, y hornea en el horno precalentado a 180ºC, unos 10 minutos (dependerá del horno). Deja reposar fuera del horno pero en la bandeja diez minutos, y luego ponlos a enfriar en una rejilla.


Para la glasa:

1 clara de huevo pasteurizada (en el mercadona venden)
unas gotas de zumo de limón, o una pizca de sobre blanco de gasificantes (cremor tártaro)
Azúcar glass
Colorante sin gluten (yo tengo de Manuel Riesgo, en polvo)

Bate la clara a punto de nieve, cuando esté levantando, añade las gotas de limón o el polvo de gasificante para que se ponga más firme. Como es tan poca cantidad, yo uso una minibatidora de esas para capuccino.

Cuando esté firme, añade el azúcar glass, poco a poco, hasta que quede una consistencia firme pero suave, untable pero que no se desparrama. Añade el colorante elegido, y remueve.

Mete el glaseado en una manga pastelera de boquilla fina, o en una bolsa de zip-lock y cortas una esquinita pequeñita (cuanto más fino, más fácil hacer detalles, y menos tarda en secar).


¡A divertirse decorando! Es adictivo...


Están muy ricas, pueden mojarse en la leche, absorben y no desmigan. Y la cocina huele a Navidad ¿se puede pedir más?

Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

jueves, 28 de noviembre de 2013

Comer o no comer, esa es la cuestión


Mi relación con la comida durante mi infancia fue complicada.
Sobre todo para mi madre.
A mí me gustaba casi todo, pero no comía de nada. Dos trocitos, y ya estaba llena. Sólo me entraban la carne y los lácteos, con lo demás me llenaba de gases y me dolía la tripa a la tercera cucharada. Y así hasta los doce años, en los que algo cambió y empecé a comer bien. No toneladas, pero ya cantidades más o menos normales. Y empecé a disfrutar la comida, a saborearla, a pensar en ella con ilusión y no con pavor.

Toda mi infancia, pasaba las mañanas angustiada, por qué había metido mi madre en mi maletín, y si sería mucho. Un horror.

Juré que nunca le haría eso a mi hija, que nunca la obligaría a comer.

Peeerooooo....
Karma is a bitch, como dicen los americanos (el karma, qué cabrón)

Pollito no me come. No ha comido nunca, la verdad. La teta, eso sí. Pero el resto... uff. Tuvo un comienzo de comida sólida y papillas muy bueno, pero antes del año ya empezó a comer cada vez menos y ahora cada comida es un esfuerzo.

Y te compras los libros, y lees a Carlos González, que te dice que no te agobies, que no obligues, y que mires la báscula, que si no pierde peso, no pasa nada.


Vale, Pollito no pierde peso. Pero tampoco lo gana... ha sido una niña "percentil 3" casi desde que nació. De vez en cuando, sorprende y salta al percentil 5 (de altura, que de peso no). Pero la última vez que la pesamos, no estaba ya en percentiles, sino "colgada" de la última raya. Percentil 0. Glups.

Así que empezamos con las tonterías, a dibujar caritas con el jamón de york, a disminuir las raciones "para que no se agobie", a plantear menús infantiles (para que coma algo, aunque no sea muy equilibrado). Pero ni aún así. Ni pizza, ni hamburguesa, ni patatas fritas, ni palitos de pescado.

En el cole come bastante, no todo, pero bastante. Eso sí, tarda más de una hora, ella y uno de sus amigos se quedan hasta un rato del segundo turno, para que puedan terminar.

Pero en casa, nada. Algo merienda, somos felices si se toma una mandarina  y una loncha de jamón york o queso. Nada de pan o galletas, un trocito y lo deja. Nada de bollos, nada de sándwich. Fruta, es lo único que la ves comer contenta, y queso. Y de eso, poco.

Cada vez estamos más angustiados, y ella cada vez más enfadada.

El otro día, dimos palmada en la mesa, y decidimos que "hasta aquí". Lleva una temporada comprobando límites, llevando la contraria a todo a ver qué pasa. Y esta semana tocaba probar sus límites con la comida, supongo. Así que, después de una tarde de ésas de aúpa, se puso a escupir y tirar la comida al suelo, con cara de "a ver qué pasa". No había probado ni una cucharada, miró el plato (patata con zanahoria y 2 trocitos de judía verde que le cayeron por casualidad casi, es lo más "verde" que comemos en casa) y dijo que no quería eso, que quería jamón.

Después de la tarde que había apretado a su padre (yo estaba trabajando), los dos cansados... Decidimos que o empezaba a comer, o uno de sus juguetes se iba "castigado" al garaje. Dos trozos después, y cinco juguetes menos, se fue a la cama sin cenar.


Y así llevamos una semana. En teoría, si come sin problemas y toda la ración (que puede ser de unos 50gr en total, un vaso de yogur no lleno...) recupera el juguete que quiera. Si come, pero dando la lata y dejando algo, ni pierde ni recupera. Y si monta un cirio, y no come, pierde juguetes.

En casa sólo queda la caja de lápices y Felipe, su muñeco de dormir. Son los objetos que más aprecia, y que no van a ir al garaje bajo ningún concepto, prometido. No le queda ni un cuento.

Hemos aprovechado para hacer limpieza general de su cuarto y del salón.

Por las noches, le leemos un capítulo de un cuento "de mayores", sin dibujos. Olga da Polga, hemos empezado, que a mí me encantaba de pequeña.


No sabemos qué más hacer.
La semana que viene nos dan los análisis de endocrino y de digestivo. En digestivo ya nos han dicho que si todo da negativo, le harán la biopsia. Tiene la genética de la celiaquía positiva, y síntomas varios, no de los típicos pero sí bastantes de los atípicos. Los anticuerpos nunca le han dado positivos, pero claro, a mí tampoco...
No sé si prefiero que den cosas positivas o todo negativo, la verdad.

Lo que sí que sé es que menos mal que su cumple se acerca, porque como sigamos así, va a estar sin juguetes hasta esa fecha. Y en la calle hace mucho frío, y las tardes son muy largas.


Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es