jueves, 19 de diciembre de 2013

Recuerdos genéticos

¿Y si su miedo fuera heredado?
Rembrandt Harmensz. van Rijn (1606-69)

Woman with a crying child scared by a dog, ca. 1635
Budapest, Museum of Fine Arts

Si es que no sabemos nada. Todos hablamos de la Ciencia, así, con mayúsculas, pero la verdad es que hay montones de cosas todavía por investigar. De las que no tenemos ni idea. Y hemos llegado a la Luna, pero todavía nos quedan por saber millones de cosas sobre nosotros mismos, sobre cómo funciona nuestro cuerpo.

En el colegio nos enseñan las "verdades" de la ciencia. Cómo funcionan las cosas. Pero lo que no nos dicen es que lo que nos enseñan, no es la "verdad absoluta", sino "lo que por ahora parece que sabemos". Bueno, que me voy por las ramas. Todo esto sale de este artículo recientemente publicado en la revista Nature Neuroscience (vía The Dog Zombie):
"La experiencia olfatoria parental influye en el comportamento y en la estructura neural de las generaciones siguientes"
"Parental olfactory experience influences behavior and neural structure in subsequent generations"

Puff, qué lío...

Os traduzco: lo que huelen los padres, si se relaciona con un recuerdo, éste recuerdo pasa a sus hijos, no sólo como asociación, sino que provoca cambios en su cerebro.

Hala, ahí queda eso. Vale, lo explico más.

Hace no tantos años, yo estudié genética en el colegio. Nos contaron que toda la información sobre "cómo hacer personas (o animales)" está guardado en el ADN, y que el ADN es inamovible. Es decir, que heredamos un ADN "exactamente" igual que el que tenían nuestros padres (aunque mezclado). Pero básicamente igual, y no había nada (excepto mutaciones super, super infrecuentes) que lo hiciera cambiar.

Desde que Darwin explicó su teoría de la evolución, y aprendimos a leer el ADN, se "sabía" que la genética era una lotería, que te tocaba y no podías cambiar, y que la pasarías intacta a tus hijos. Si el resultado de tu lotería era una buena combinación, sobrevivirías, tus hijos también, y todos felices. Si no eran buenos números, te comerían, morirías, no tendrías descendencia, y tu línea genética moriría contigo.

 Y todos nos reíamos del pobre Lamark, que a la vez casi que Darwin, decía que los animales cambiaban a lo largo de su vida para adaptarse a su entorno, y que esos cambios se los pasaban a sus hijos.

via
 www.con-cienciar.blogspot.com.es

Pobre Lamark.... porque, después de tantos años de reírnos de él, pobre ingenuo... ¡tenía razón!

En esta publicación, los experimentadores sometieron a unos ratones a unas experiencias: les daban a oler acetofenona, un producto químico (los olores los percibimos con receptores, los receptores son específicos para cada olor, y hay un gen específico para cada receptor). A la vez que les daban a oler el producto, les daban una pequeña descarga eléctrica. Tampoco muy traumática, sólo lo suficiente para que tuvieran miedo de ese olor (porque les hacía preveer el dolor).

Ratón asustado,
test de campo abierto (open field test)
Éstos ratones macho luego se cruzaban (o se hacía inseminación artificial) con hembras que no habían tenido la experiencia (por lo tanto no podían "enseñársela" a sus crías). Y tenían ratoncitos, claro.

Lo alucinante de ésto es:
1. Los ratoncitos tenían más receptores que sus padres para ese producto químico: su ADN les decía que produjeran más receptores, porque ese producto ahora era más importante. Los ratoncitos podían detectar más rápidamente el químico, y a menor concentración.
2. Los ratones, sin haber estado expuestos previamente a la sustancia, mostraban señales de miedo al exponerse a ella.

En resumen: LOS PENSAMIENTOS SE HEREDAN, LOS MIEDOS SE HEREDAN

Pero no porque de pequeños hayamos estado expuestos al comportamiento de nuestros padres, o de nuestros abuelos. No. SE NOS HA QUEDADO GRABADO EN LOS GENES.

Si tus abuelos pasaron hambre, o tuvieron miedo a la guerra, eso pudo pasar a sus hijos, en sus genes. Si alguno de tus padres sufrió una experiencia traumática, un accidente de coche, una paliza, alguna fobia... eso lo tienes en tus genes. 

Casey's fears
Para mí eso explica muchas cosas. Muchas veces me encuentro con perros con miedos, y algunos de ellos, claramente, no han tenido experiencias que los justifiquen. Casi todos los perros tienen miedo a los hombres con palos, y dudo mucho que ninguno de ellos haya recibido una paliza de uno (bueno, alguno a lo mejor sí...). El caso es que puede que ese miedo sea heredado. Y que por eso nos cueste tanto eliminarlo...

Pero, a lo mejor no pasa sólo con los miedos. También podría pasar con otra clase de experiencias, con las cosas que nos atraen (¿el chocolate?), lo que odiamos irracionalmente (¿las cucarachas?), lo que nos incomoda... Si algún familiar tuvo una experiencia negativa, podemos ser más sensibles a ese tipo de experiencia, y estar predispuestos a que nos den miedo cosas que no tendrían por qué darnos miedo.

Uff, qué complicado es esto. Pero es emocionante.

Porque visto así, ¿qué hay de la gente que recuerda vidas pasadas? Si se pueden heredar las sensaciones ¿no se podrían recordar las imágenes y los traumas que las provocaron?

Glups... No sabemos nada...

Bibliografía:

Dias, B. G., & Ressler, K. J. (2013). Parental olfactory experience influences behavior and neural structure in subsequent generations. Nature Neuroscience, advance online publication. doi:10.1038/nn.3594


Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

5 comentarios:

  1. Osti nena, me has dejado a cuadros. Siempre pienso que la de cosas que nos quedan por descubrir que ahora nos parecen imposibles...Madre mía...
    Besotes!

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    1. Pues sí, a cuadros me quedé yo también. Cosas chulas que nos que nos quedan por descubrir. Un beso!

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  2. Muy interesante, eso explicaría muchas cosas

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