miércoles, 7 de marzo de 2012

De paseo por el bosque (ya no quedan lobos malos)

Presa del Chiquillo
Hacía unos días que no habíamos salido a pasear, más que por la urbanización arriba y abajo, con la moto. Después de la salida del otro día, en la que nos lo pasamos tan bien, no habíamos podido volver a convencer a la niña de ir al campo. "¡Bosque no, bosque no!" y no la sacábamos de ahí.

Escaramujo, o Rosa canina (que propio para este blog)

Hasta que ayer descubrimos la causa. Y es que con la imaginación llegan los miedos. Los miedos gordos. Se le ha metido en la cabeza que el bosque está lleno de lobos malos que se comen a la gente.


No sé de dónde ha sacado la idea, porque los cuentos en la guarde son siempre muy "light" y nadie se come a nadie, al lobo no se le mata, se le echa... y así con todo. Pero lo tenía grabado a fuego. En fin, después de media hora conseguimos convencerla de que "los lobos malos sólo están en los cuentos" y que "ya no quedan lobos en el bosque" (triste realidad) porque "papá ya los ha echado a todos" (que para eso es guardabosques). Así que ayer cogí a una niña muy contenta que no paraba de gritar "fera, fera, lobo malo, toma, toma" haciendo gestos de pegar (se me está volviendo agresiva, juro que nosotros no hemos sido). Y nos fuimos al bosque un ratito.

Edito: Guardabosques no quiere echar a los lobos, en todo caso los protegería. Si hubiera alguno, que no los hay (¿o sí?).

Emocionada con su piedra
Estuvimos un rato tirando piedras y palitos al embalse (el pasatiempo preferido de esta semana), y luego nos dimos un paseíto. Tocamos el agua helada de la fuente, observamos las cacas de las vacas, triscamos un poco... Yo como siempre aproveché para hacer unas fotos.

¡Esplunk!
No pudimos estar mucho rato, porque aunque hacía sol, el viento estaba helado, y empezó a hacer bastante frío. Pero mereció la pena.

Pero qué fría está el agua

Ya casi en el coche, apareció una bandada de mitos, que aprovechaba los últimos rayos de sol para jugar y tomar el sol de la tarde.

Mito tomando el sol
Ya de vuelta a casa, me volvió a sorprender con algo que ha empezado a hacer esta semana: Jugar solita. Coge a su muñeco Bebé, y le da el biberón, la comida con la cuchara, le baña en su barreño, le limpia con una toallita, lo lleva de paseo, le da "abrazos de oso"... Se estuvo como media hora jugando a su rollo, en su mundito, mientras su madre la miraba desde la habitación contigua, alucinada y emocionada. Y es que le habla, le cuenta cositas, le da besitos... hasta le leyó un cuento (el del Pollo Pepe). Me encanta oírla repetir nuestras frases, hacer los mismos gestos que nosotros hacemos con ella. Lo admito, se me cae la baba.

Ejerciendo de madre
Qué bonita es la imaginación. Y qué de tiempo tiene una de repente. Pude leer un poquito, hacer la cena... y sin preocuparme por los rollos de papel higiénico ni las inundaciones. Vale, que el otro día se pulió media caja de servilletas de papel para hacerle la cama a Bebé, pero parece que ya con esas tendrá suficiente para unos días.

O hasta que Bebé se haga "caca empima" y haya que limpiarle el culito...


Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

domingo, 4 de marzo de 2012

Empanadillas de carne picada, sin gluten claro


Andaba yo desde hace tiempo con antojo de empanadillas, y el otro día encontré esta receta en el blog de Marisa Famalap (que tiene de todo). Tenían muy buena pinta, así que me animé. Podéis pinchar para ver la receta original. Ésta es mi adaptación.

La masa:
200 gr harina de panadería Proceli (en mi caso, Alcampo, que es igual)
100 gr almidón agrio de yuca Yoki
1 sobre de levadura de panadería Hacendado
50 ml aceite de oliva
25 gr de margarina
50 ml de vino blanco
50 ml de agua
1 huevo
1 cucharadita de sal

Yo, como siempre, uso la Thermomix, pero se pueden hacer a mano sin problemas, se amasa muy bien.
Se ponen los ingredientes líquidos, el huevo, la margarina y la sal en el vaso. Programar 2 minutos, 40º, velocidad 4. O templar el agua, y batir en un bol.

Ir echando la harina con el almidón y la levadura, poco a poco. 2 minutos a velocidad 4, más o menos. Luego amasar otros 2 minutos velocidad espiga. O a mano un rato.

Sacar, hacer una bola y meter en un plástico. Dejar reposar media horita en el frigo.
Sacar, aplastar para sacar el aire a la masa, hacer la bola, y dejar otra horita o así de vuelta al frigo.

Para extenderla, se hace muy bien entre dos papeles de film transparente, o vegetales de horno, con el rodillo. Se corta en círculos con un cortapastas (en mi caso la tapa de la lata del café, ups, ¿debería comprarme un cortapastas decente?). Y se rellenan.

El relleno:
Yo las he hecho de carne picada, que me encantan.
1 cebolla picadita
300 gr de carne de ternera picada
1/2 vaso de vino blanco
un puñado de pasas
un puñado de piñones (yo puse almendras troceaditas, pero con piñones quedan mejor)
1 lata de tomate triturado

Rehogar la cebolla en una sartén grande. Cuando esté doradita, echar la carne y desmenuzarla bien. Una vez coja color, echar las pasas, los piñones y el vino y dejar que hierva fuerte, que se evapore.  Entonces echamos la lata de tomate triturado, tapamos y dejamos hervir flojito 20 minutos. Debe quedar espesita. Dejamos enfriar y rellenamos.

Un consejo: esta masa va fenomenal, pero no es tan elástica como la glutenera. No te emociones echando relleno, déjalas más bien escasitas o revientan (por experiencia lo digo....).

Luego doblas la oblea por la mitad, y unes los bordes con el tenedor, lo típico.
Pinche de cocina tocando el tambor
Hemos hecho (sí, hemos, los tres, nos lo hemos pasado pipa) como unas 20 o así. Mientras Guardabosques extendía la masa con el rodillo, e intentaba no aplastar la manita de Pollito (que manía de tocarlo todo), mamá rellenaba empanadillas. Pollito nos entretenía la velada amartillando con un palillo chino la tapa-cortapastas, que como era de lata, sonaba a tambor fenomenal.

Una vez relleno todo, las ponemos en la bandeja del horno, pincelada ésta con aceite o con un papel vegetal, y las pintamos con huevo batido. A 180ºC 20-30 minutos, hasta que estén doraditas.
Mirad que pinta
También las puedes freír, pero quedan más pesadas, yo las prefiero al horno.
Son un vicio, desde que las saqué del horno, llevo cinco. Para cuando llegue la hora de cenar,  no me queda ni una.

Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

viernes, 2 de marzo de 2012

El dingo: ¿el perro más listo?

Manada de dingos
El dingo es un perro salvaje, que vive en Australia. Hasta aquí todo normal. Pero el resto de la vida del dingo, la verdad es que es un poco incógnita.

No se sabe cuándo llegó allí. Los restos arqueológicos los sitúan en el continente hace más de 3.000 años, pero los análisis genéticos sitúan su llegada más cerca de los 5.000. Lo que sí está claro es que llegaron después de que Tasmania se convirtiera en isla (antes estaba unida al resto de Australia), lo que sucedió hace unos 12.000 años.

Tampoco se sabe cómo llego allí. Se supone que lo traerían los aborígenes australianos como perros domesticados. Aunque no aterrizaron con ellos, porque los hombres llegaron hace más de 40.000 años. Pudiera ser que se trajeran algunos perros, como regalo o intercambio, puesto que había viajes comerciales entre las islas del sudeste asiático y Australia. Según los análisis genéticos, se partió de unos pocos individuos muy emparentados, posiblemente incluso una única hembra preñada. A partir de ahí, los dingos necesitaron unos 500 años para extenderse por todo el territorio.

Tampoco se sabe "hasta qué punto" son perros. Algunos los sitúan como especie aparte de los perros domésticos y los lobos, igual que hacen como el Perro Cantor de Nueva Guinea. Este perro es otro cánido salvaje, endémico de las islas, y que sería el animal más cercano genéticamente al dingo. Pero los dos se sitúan genéticamente dentro del grupo de los perros, en el tronco más primitivo de la especie.

Me encantaría explicar mejor el tema de la genética, pero casi que espero a enterarme yo mejor, porque es un verdadero lío.
Pintura rupestre aborigen, hombre con dingo
Tampoco se sabe si el dingo llegó a Australia como animal doméstico o no. En la actualidad, y cuando llegaron los primeros colonizadores europeos al continente, los dingos mantenían una relación laxa con los aborígenes. La mayoría de los perros eran totalmente salvajes, pero algunos merodeaban cerca de los poblados, alimentándose de desperdicios. De éstos, los aborígenes de vez en cuando adoptaban un cachorro, llegando incluso hasta darle el pecho las mujeres. Luego se utilizaban como calientacamas, o para cazar. Pero no se controlaban los cruces, ni se intentó seleccionar alguna raza.

Así que ahora mismo el dingo es un perro en estado "pre-perro doméstico". Es decir, puede domesticarse más o menos fácilmente, pero también puede vivir en libertad y sobrevivir cazando. Sería el "eslabón perdido vivo" de la domesticación. Pero también son interesantes porque es un perro que lleva 5.000 años sometido a la selección natural. Es un "super-perro".

Dingo negro y fuego
Los dingos son muy parecidos a los llamados "perros primitivos", como serían los perros pariah, los basenji, los perros de canaan... Pesan de media unos 15kg, y miden unos 53 cm a la cruz. Los colores son muy variados, en todos los tonos de blanco, gris y negro, aunque los más frecuentes son los colores desde el rubio al canela, y hasta el negro, y el negro y fuego. Pueden tener manchas blancas, normalmente como calcetines y punta de la cola, pero también en cabeza, pecho... o por todas partes.

Ahora mismo se está luchando por su conservación, porque desde la colonización se ha tratado de exterminarlo, para proteger al ganado. También tiene un problema importante de hibridación, dado que es perfectamente fértil con los perros domésticos. Pero se ha visto que es un eslabón importantísimo, como predador principal, de la cadena alimentaria de Australia, y que puede ser más importante por su función biológica que por su pureza genética.

Cachorros de dingo saludando a papá
Los dingos en estado salvaje forman manadas, muy parecidas a las de los lobos. Cuentan con una pareja adulta, la que cría (una vez al año, como los lobos, y no dos, como los perros). También se encuentran varios individuos adultos, emparentados o no, y que pueden criar dependiendo de la abundancia de caza. Si ésta no es muy abundante, se ha visto cómo las hembras dominantes matan a los cachorros de las otras hembras. En la manada también se quedan las crías del año anterior y las de ése año.

Dingo aullando
Comportamentalmente son casi más parecidos a los lobos que a los perros, y sus patrones de comunicación también lo son. Aúllan como los lobos, y defienden un territorio activamente. Cuando tienen que compartir un recurso (agua, por ejemplo) con las manadas de alrededor, aúllan antes de acercarse  para evitar los encuentros. Las manadas son relativamente estables, y los dingos adultos se dispersan cuando las tensiones dentro de la manada se vuelven insoportables, los machos alrededor de la época de celo, y las hembras hacia el destete, cuando la presión por la comida es mayor.

Dingos cazando un canguro
Los dingos cazan en manada, y se alimentan de presas mayores que ellos. Su alimento principal es el canguro (en las muchas variedades de canguros y wallabies que hay), pero también puede comer cualquier otro animal pequeño, incluyendo otros marsupiales, reptiles o insectos. Se ha documentado que debido a su caza del conejo, y de los zorros y gatos introducidos en el país, podría ser la clave para controlar estas especies, que ahora son plaga y empujan a la extinción a los animales autóctonos.

Dingos cazando un canguro en el agua (lo atraparon, flipante)
Que ¿por qué digo que son los perros más listos?
Porque son el único cánido en el que se ha documentado el uso de herramientas. Os dejo el vídeo (vía "The Thoughtful animal".


Bibliografía:


Anderson, A. . & Clark, G. 2001. Advances in New Zealand mammalogy 1990–2000: Polynesian dog or kuri. Journal of the Royal Society of New Zealand, 31, 161–163.

Catling, P., Corbett, L. & Newsome, A. 1992. Reproduction in captive and wild dingoes (Canis familiaris dingo) in temperate and arid environments of Australia. Wildl. Res., 19, 195–209.
Dayton, L. 2003. On the Trail of the First Dingo. Science, 302, 555–556.
Purcell, B. 2010. Dingo. Csiro Publishing.
Savolainen, P., Leitner, T., Wilton, A. N., Matisoo-Smith, E. & Lundeberg, J. 2004. A detailed picture of the origin of the Australian dingo, obtained from the study of mitochondrial DNA. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 101, 12387–12390.
Smith, B. P. & Litchfield, C. A. 2009. A Review of the Relationship between Indigenous Australians, Dingoes (Canis dingo) and Domestic Dogs (Canis familiaris). Anthrozoos: A Multidisciplinary Journal of The Interactions of People & Animals, 22, 111–128.
Smith, B. P., Appleby, R. G. & Litchfield, C. A. 2012. Spontaneous tool-use: An observation of a dingo (Canis dingo) using a table to access an out-of-reach food reward. Behavioural Processes, 89, 219–224.



Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

jueves, 1 de marzo de 2012

Puding de pan, sin gluten ni lactosa

Con todas sus capitas

Hay algo que todo celíaco debe tener en su cocina. Imperativo:

Una buena receta de aprovechamiento.

Si la repostería "normal" ya es difícil, la repostería sin gluten todavía lo es más. Bollos que no suben, que suben y luego bajan, que suben y están riquísimos hasta que se enfrían y se convierten en un trozo de "roca madre"...

En el mundo sin gluten, todo puede fallar. Puedes hacer una receta exactamente igual que la semana pasada, y que te salga totalmente distinta.

Por un lado es muy frustrante, pero por otro lado, añade riesgo y adrenalina a la cocina. Y esto lo hace totalmente adictivo.

Pero bueno, el resultado final de todo esto es que muchas veces tienes "sobras" en la nevera, que no hay quien se coma. Restos de bollos caseros o industriales, que no sabían como su pinta prometía, o que al día siguiente de haber abierto el paquete están ya como una piedra.

¿Qué hacemos con todo esto? ¡A la cazuela! ¡Viva el puding!

Esta receta es meramente orientativa. Se pueden hacer tantas variaciones como apetencias o ingredientes tengas por los cajones y por la nevera. Puedes variar los bollos que echas, o los "condimentos" según te parezca que puede quedar bien. Cuanta más fruta eches, más jugoso queda. Cuanta más mantequilla o nata, más rico queda. Si te gusta el chocolate... pepitas de chocolate o untar los bollos con nutella, y le das un toque distinto. Si tienes pan de molde, de ese tan carísimo, tan pequeño, y tan de piedra, puedes untarlo con mantequilla para quede mejor.

Mi último puding: (aproximados)

Ingredientes:

300gr de bollos/pan/magdalenas/bizcocho....
1/2 litro de leche (sin lactosa, en mi caso) (puedes poner la mitad de nata)
1/2 vaso de zumo de naranja (opcional también)
3 huevos
1 manzana
1 plátano
Sirope de arce

Se cortan los bollos en lonchas finitas, cuanto más finas más rico. Se coge un molde, mejor si es apto para microondas, se hace mucho más rápido que en el horno.

En un bol mezclas la leche, el zumo y los huevos, y lo bates hasta que quede homogéneo.

Al fondo del molde se echa el sirope de arce (puedes poner también caramelo, es para que no se pegue).

Yo empecé con una capa de manzanas en rodajitas finas, que queda muy bonito. Cualquier otra fruta vale, si no tienes fruta, pues directamente las lonchas de bollo. Ve poniendo capitas de bollo, alternando con capas de fruta. En cada capa de bollo, echas un chorro de la mezcla de leche y huevo, y aprovechas para poner sorpesas: pegotitos de nutella, o pepitas de chocolate, frutos secos, pasas...

Vas poniendo capa a capa, echando líquido en cada capa, hasta llegar un dedo por debajo del borde del molde. Terminas de echar el líquido, que quede un poquito por encima de los bollos.

Dejas reposar como media horita en la nevera, tapado. Si tienes prisa, te lo saltas.

Metes el molde en el microondas, yo a potencia 800, pongo de 5 en 5 minutos y voy mirando (máximo 20 minutos). Cuando haya cuajado es que está listo. En el horno, son unos 50 minutos a 200º, al baño maría.

La verdad es que muy buena pinta, no tiene, pero está muy rico. ¡Y siempre lo puedes adornar con bien de nata montada! Cuanto más ricos estaban los bollos, mejor queda. Si lo haces con pan de molde, le puedes poner azúcar, o leche condensada, para que quede mejor.

Este postre es perfecto cuando tienes amigos a comer, y el bizcocho que con tanto amor habías preparado se ha quedado cóncavo en vez de convexo. O para improvisar un postre, cuando se te presenta gente en casa, o cuando tienes unas ansias de dulce que no puedes con ellas.

A mí me ha salvado en muchas ocasiones.

Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es