miércoles, 7 de diciembre de 2011

La domesticación del perro ¿Dónde?


Todas las investigaciones realizadas hasta la fecha demuestran que el perro proviene del lobo, y exclusivamente de esta especie (Savolainen 2007; Pang et al. 2009; vonHoldt et al. 2010).
Lo que no queda tan claro es cuándo y dónde se produjo esta domesticación. 

¿En China?

Según algunas investigaciones hechas mediante análisis genéticos, el perro apareció hace menos de 16.300 años en una zona del Sureste Asiático, al sur del río Yangtze (Pang et al. 2009). Esto encajaría con la teoría (basada en las pruebas arqueológicas (Olsen & Olsen 1977)) de la evolución a partir del lobo chino. Análisis genéticos aún más recientes también corroborarían esta hipótesis (Ding et al. 2011).

Lobo chino o Lobo tibetano (Canis lupus chanco)
En esta región del Sureste Asiático, alrededor del río Yagtze, existen pruebas del cultivo del arroz que datan de hace por lo menos 10.000 años (Leping & Li 2006). Parece que este paso, de cazadores-recolectores al comienzo de la agricultura y el consecuente sedentarismo pudo ser el detonante para el comienzo de la domesticación del perro (Pang et al. 2009). Existen pruebas que datan de hace unos 8.000 años de que al norte del río Yangtze ya se cultivaba el mijo, y que el hombre y el perro compartían una dieta rica en este cereal. Esto lleva a pensar que en estas fechas ya existían humanos que cedían parte de su comida a los perros, ya fuera para mantenerlos como alimento (como demuestran muchos restos arqueológicos, los perros se comían, por ejemplo en Sablin & Khlopachev, 2002), como perros de guarda o como ayudantes durante la caza.

¿En Oriente Próximo?


Arqueológicamente, la mayor concentración de fósiles se han encontrado en la Península Arábica, con restos de perros en íntima relación con humanos, fechados hace unos 11-12.000 años (Tchernov & Valla 1997). También se han encontrado restos en Alemania de hace unos 14.000 años y en Rusia de hace unos 13-17.000 años  (Sablin & Khlopachev 2002). Varios restos fósiles en Francia, datan de entre 11.500-15.000 atrás y muestran perros de un tamaño mucho más pequeño que los encontrados en el Norte de Europa (Pionnier-Capitan et al. 2011). Sorprendentemente, hace poco se ha encontrado un cráneo de lobo, con diferencias ya marcadas hacia la evolución hacia el perro, de hace alrededor de 33.000 años (Ovodov et al. 2011). Esto apuntaría a una aparición mucho más temprana de lo que se creía, o a un proceso en múltiples lugares a la vez.

Las investigaciones genéticas más recientes (vonHoldt et al. 2010), realizadas con el genoma al completo, y no sólo el ADN mitocondrial, revelan que fue el lobo de Oriente Medio (C. lupus pallipes)el que aportó la mayor parte de su genoma al perro. Aunque el lobo chino (C.lupus chanco) también tuviera su aportación (especialmente en las razas antiguas originarias de esta región) lo mismo que el lobo europeo (C.lupus lupus) lo habría hecho en su área de distribución.
Lobo iraní o Lobo indio (Canis lupus pallipes)
Según vonHoldt, el que el centro más importante para la domesticación del perro estuviera en Oriente Medio está apoyado por el hecho de que se han encontrado muchos genes del lobo de esta región en un gran número de las razas estudiadas. Estos datos se corroboran con otro estudio reciente que muestra que la mayor diversidad genética canina se encuentra entre los perros de Oriente Medio, que tienen un mayor número de genes diferentes que los perros del Sudeste Asiático (Ardalan et al. 2011). Otra prueba que soportaría esta teoría del origen en el Oriente Medio es el descubrimiento de que los genes que modulan el tamaño pequeño en el perro es probable que surgieran en los lobos de esta región (Gray et al. 2010).

Así que, qué, ¿En China o en Oriente Próximo? ¿O en Europa?

Para mí, lo más probable es que el perro surgiera en estos tres lugares, más o menos al mismo tiempo, según el hombre se volvía más sedentario en cada una de las regiones. Después, con el comercio y las migraciones, los perros se cruzarían entre ellos, dejando una población grande con los genes muy mezclados, y distintas razas "primitivas", que serían las que por alguna razón, geográfica o cultural, han permanecido más puras genéticamente hasta nuestras fechas. Según vayan avanzando los análisis genéticos, sobre todo sobre los restos arqueológicos sabremos más. O no.

Bibliografía:

Ardalan, A., Kluetsch, C. F. C., Zhang, A., Erdogan, M., Uhlén, M., Houshmand, M., Tepeli, C., Ashtiani, S. R. M., & Savolainen, P. 2011. Comprehensive study of mtDNA among Southwest Asian dogs contradicts independent domestication of wolf, but implies dog–wolf hybridization. Ecology and Evolution, 1, 373-385.
Ding, Z.-L., Oskarsson, M., Ardalan, A., Angleby, H., Dahlgren, L.-G., Tepeli, C., Kirkness, E., Savolainen, P., & Zhang, Y.-P. 2011. Origins of domestic dog in Southern East Asia is supported by analysis of Y-chromosome DNA. Heredity,
Gray, M. M., Sutter, N. B., Ostrander, E. A., & Wayne, R. K. 2010. The IGF1 small dog haplotype is derived from Middle Eastern gray wolves. BMC Biology, 8,
Leping, J., & Li, L. 2006. New evidence for the origins of sedentism and rice domestication in the Lower Yangzi River, China. Antiquity, 80, 355-361.
Olsen, S. J., & Olsen, J. W. 1977. The Chinese Wolf, Ancestor of New World Dogs. Science, 197, 533 -535.
Ovodov, N. D., Crockford, S. J., Kuzmin, Y. V., Higham, T. F. G., Hodgins, G. W. L., & van der Plicht, J. 2011. A 33,000-Year-Old Incipient Dog from the Altai Mountains of Siberia: Evidence of the Earliest Domestication Disrupted by the Last Glacial Maximum. PLoS ONE, 6, e22821.
Pang, J.-F., Kluetsch, C., Zou, X.-J., Zhang, A.-bing, Luo, L.-Y., Angleby, H., Ardalan, A., Ekström, C., Sköllermo, A., Lundeberg, J., Matsumura, S., Leitner, T., Zhang, Y.-P., & Savolainen, P. 2009. mtDNA Data Indicate a Single Origin for Dogs South of Yangtze River, Less Than 16,300 Years Ago, from Numerous Wolves. Molecular Biology and Evolution, 26, 2849 -2864.
Pionnier-Capitan, M., Bemilli, C., Bodu, P., Célérier, G., Ferrié, J.-G., Fosse, P., Garcià, M., & Vigne, J.-D. 2011. New evidence for Upper Palaeolithic small domestic dogs in South-Western Europe. Journal of Archaeological Science, 38, 2123-2140.
Sablin, M. V., & Khlopachev, G. A. 2002. The Earliest Ice Age Dogs: Evidence from Eliseevichi. Current Anthropology, 43, 795-799.
Tchernov, E., & Valla, F. F. 1997. Two New Dogs, and Other Natufian Dogs, from the Southern Levant. Journal of Archaeological Science, 24, 65-95.
vonHoldt, B. M., Pollinger, J. P., Lohmueller, K. E., Han, E., Parker, H. G., Quignon, P., Degenhardt, J. D., Boyko, A. R., Earl, D. A., Auton, A., Reynolds, A., Bryc, K., Brisbin, A., Knowles, J. C., Mosher, D. S., Spady, T. C., Elkahloun, A., Geffen, E., Pilot, M., Jedrzejewski, W., Greco, C., Randi, E., Bannasch, D., Wilton, A., Shearman, J., Musiani, M., Cargill, M., Jones, P. G., Qian, Z., Huang, W., Ding, Z.-L., Zhang, Y.-ping, Bustamante, C. D., Ostrander, E. A., Novembre, J., & Wayne, R. K. 2010. Genome-wide SNP and haplotype analyses reveal a rich history underlying dog domestication. Nature, 464, 898-902.



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