Los perros (y el gato) forman parte de nuestra vida. Siempre están ahí. Muchas tardes incluso parecen un mueble más. El Pollito se ha interesado por ellos desde casi el principio. Los miraba moverse, les intentaba tirar de los pelos (cogiéndole la mano y acariciándolos mientras decíamos "suave, suave" le quitamos la manía). Cuando empezó a andar, los usaba de punto de apoyo, a veces de andador. A Marco lo ha intentado usar un par de veces de caballito, aunque como tiene las caderas mal el pobrecillo, no la dejamos. Como ya he contado antes, Tosca duerme con ella desde que se fue a dormir a su propia habitación (bueno, siempre ha dormido con ella, antes dormíamos todos juntos en el mismo cuarto).
Ahora que el Pollito ha empezado con el juego simbólico, comienza a introducirlos en sus juegos. Para sus conversaciones, los animales son uno más. Les cuenta sus logros, les enseña sus juguetes... Les da los buenos días por la mañana, con sus besos correspondientes.
También hemos intentado introducirla en la rutina de los perros desde el principio. En cuanto empezó a andar, nos ayuda todos los días a darles de comer y de cenar, y ya lo hace casi todo sola. Les manda tumbarse, mamá repite la orden si hace falta (los perros todavía no hablan pollités). Mamá abre el armario de la comida y coge el vaso medidor. Pollito lo rellena con el pienso, y con la ayuda de mamá le deja un poquito a Tosca, y el resto, ya ella solita, va para Marco. Pollito da un pasito atrás, y juntas les decimos "a comer" y los dos se abalanzan. Mientras tanto, Pollito mete el vaso medidor de vuelta al armario, y cierra la puerta. Aplaudimos, y a otra cosa.
Marco y Tosca, esperando educadamente su ración |
El siguiente juego fue igual, pero dándoles la comida de la mano. Las carcajadas cuando Marco o Tosca la chupan para cogerle la bolita son de morir.
Me encanta que pueda jugar así con los perros. La confianza que tienen los tres es increíble. Marco a mí me pilla de los dedos, con la niña sólo saca la lengua. Así no me extraña que la quieran...
Me parece muy importante el involucrar a los niños en el cuidado de los animales. Desde el principio. Darles de comer, pasear con ellos, ayudar a bañarlos o cepillarlos... Todo contribuye a que se consigan unos lazos de afecto y de buena relación que de otra forma no se obtienen. Además, el niño comprende que tener animales conlleva responsabilidades y tareas, y no sólo diversión.
Con las primas, paseando la los perros |
Si además involucramos al niño en ejercicios sencillos de obediencia, y en las rutinas diarias, los perros entenderán que el niño es de los que ponen las reglas. De esta forma le respetarán y obedecerán como a un adulto, y no intentarán competir con él, lo que a veces lleva a problemas de agresividad. Prevenir, mucho más divertido que curar. Que se lo digan a Pollito.
06/01/2012: Editado: cambio los vídeos, que no se oían bien, ahora sí.
Como se lo pasan. Enhorabuena por el blog!
ResponderEliminarLos vídeos me los he visto varias veces, no te digo más, ¡¡me han encantado!! aunque no sé por qué me han dado problemas de sonido y no he podido oir bien la risa de tu pollito que bien merece la pena.
ResponderEliminarLos animales son maravillosos, no hay duda. Y los niños que se crían pudiendo tener esa estupenda relación con ellos son afortunados.
Un beso
Javi,
ResponderEliminarmuchas gracias!
Belén,
¡ya se oye! era un problema del vídeo, al hacerlo "pequeñito" para subirlo, no sé por qué se fue el sonido.
Me encanta ver estos vídeos, me dan la seguridad que a veces me falta con Iuna pensando en el futuro....
ResponderEliminarEso sí, el segundo video en que tu Pollito está dando de comer a los perros me ha recordado a cuando mi sobrino, nada más llegar a casa, pregunta por Iuna y me dice "tía Tuti, pan Nna" (o sea, tía Susi, pan para Iuna). En realidad no quiere pan sino chuches, pero a él tanto le da.
Cuando se las da Iuna la coge muy despacito después de darle la patita y sentarse (cosas que el nano le pide) y la reacción de él es igualita a la de la vuestra peque: se ríe y nos dice "ha chupado". ¡Como si no lo viésemos!
Eso sí, lo que tienen que aguantar los pobres peludos de los peques no sé yo si lo aguantaría una persona adulta....
Videos como el tuyo me hace reforzarme más en la idea de que bebés y perros pueden convivir perfectamente; de hecho hoy mi hermana ha venido con mi sobrinita de 3 días y todo lo que Iuna ha hecho ha sido olerle el culete. A partir de ahí, nada más que jugar con el mayor.
Si es que nuestros perros podrían servir de ejemplo a muchas personas en cuanto a paciencia!
Un abrazo, y disfrutad de lo que queda de día.
P.D.: Perdona el chorizo de comentario, pero me emociono y....
Teresa, la convivencia que se ve en ellos tres es maravillosa, un ejemplo.
ResponderEliminarSin duda esto se da gracias a un trabajo amoroso y perseverante.
Me encantaron los videos.
Me hiciste recordar distintas historias entre mi perra y mi hijo, ellos también se adoran.
Saludos.
Me encanta ver a los peques jugando con los perros. Mi hija lo primerp que hace cuando se despierta desde la cuna es llamarlos para de decirles hola. Y cuando comen ella tiene que estar sentada en medio de los dos.
ResponderEliminarEl otro dia estuvimos jugando aa la pelota y se la tiraba ella, pues le hacia una gracia tremenda que la perra le devolviera la pelotita en la mano.
Y con las golosinas de perro es genial,lo malo es q ella tambien acaba comiendo, ella piensa porque ellos pueden y yo no!!
Me han encantado los videos!
Susana,
ResponderEliminarlos perros "de familia" se adaptan a la "nueva incorporación" y los tratan con más cuidado que a un adulto. Les toleran muchísimas cosas que de los adultos no soportarían. Eso sí, hay que estar alerta, que una cosa es tener paciencia, y otra tener que soportar tortura, que todos tenemos un límite...
Pamela,
el "truco" consiste en integrar a los perros en la vida del niño, y al niño en la vida de los perros, sin nerviosismos ni estreses por ninguna de las tres partes. Hay que darles un voto de confianza, y regañar un poco a cualquiera que sobrepase el límite (niño o perro, por igual).
Gema,
La mía hace igual, el primer besito es para Tosca. Y con la pelota se lo pasan fenomenal. Yo la dejé probar una bolita... saben fatal... la reñí y se lo cambié por un trozo de pan. Todos contentos.
Estoy en la oficina, y Pollito me ha contagiado esa risa!!!! Esta para comérsela!!! Genial la relación con Tosca y Marco!!!!
ResponderEliminarBss