sábado, 20 de octubre de 2012

Amor, estrés y crecimiento

En brazos de papi

Me estoy leyendo un libro interesantísimo sobre el estrés, "¿Por qué las cebras no tienen úlcera?: la guía del estrés", de Robert M. Sapolsky (Why Zebras Don't Get Ulcers). Este libro trata sobre las causas del estrés, tanto agudo como crónico, y los efectos que puede tener sobre el organismo y la salud.


Hay un capítulo que me ha gustado especialmente, y es el que relaciona el crecimiento infantil con el estrés.

Hay muchos estudios que relacionan el estrés psicológico en la infancia con una falta de crecimiento, tanto de talla como de peso. Pero ¿qué es lo que más puede estresar a un niño o a un cachorro? (porque los estudios han sido realizados tanto en animales como en personas, con resultados muy similares).

Pues una de las causas de estrés con mayores efectos sobre el crecimiento, es la falta de contacto físico. Este contacto suele estudiarse con la madre, pero también puede ser sustituido por otro adulto que preste la misma atención que da una madre.


Tanto es así, que los niños o animales criados con todas sus necesidades cubiertas, excepto la del contacto físico, frecuentemente mueren, y los que no fallecen sufren fuertes traumas, tanto psicológicos como físicos. En un estudio a largo plazo, Michael Meaney estudió en ratones los efectos a lo largo de su vida que tenía el haber tenido una madre poco atenta (que chupaba y manipulaba poco a sus crías). Los resultados mostraron que estos ratones, ya de adultos, tenían unos niveles de corticoides (las hormonas del estrés) más altos que los ratones con madres más cariñosas. Ya vimos en otro post las consecuencias nefastas de la separación de una madre de sus crías. En estos casos el efecto no es tan dramático, pero sigue siendo obvio.

Existen algunos estudios parecidos en humanos, pocos debido a la dificultad para su realización, que demuestran el mismo efecto entre el estrés infantil y los niveles de corticoides elevados en la edad adulta. ¿Por qué son importantes esos niveles elevados? Porque pueden significar un menor desarrollo en el niño, mayores niveles de ansiedad y mayor riesgo de depresión, mayor tendencia a sufrir enfermedades autoinmunes, cardiovasculares, diabetes... un cuadro completo, vamos.


Existe un estudio que me ha parecido alucinante. Fue realizado en un orfanato alemán después de la Segunda Guerra Mundial. Se compararon dos orfanatos, los dos públicos y con presupuestos parecidos. Los niños tenían una alimentación similar, visitas médicas similares, un confort similar... La única diferencia fue la encargada del orfanato. En uno de los casos, la mujer que cuidaba de los niños (Fraulein Grun) era una persona cariñosa, atenta, que cantaba, jugaba, abrazaba y besaba a los niños. En el segundo caso, la mujer encargada de los niños (Fraulein Schwartz) los ignoraba, criticaba e insultaba. Los niños del primer orfanato crecieron mucho más que los del segundo. Al cabo de unos meses, Fraulein Schwartz sustituyó a Fraulein Grun en el primer orfanato (para su desgracia...). Los niños de este orfanato casi paralizaron su crecimiento, mientras que los niños del segundo, liberados de ella, crecieron de una forma espectacular.

Pero ¿cuál es el factor más importante? ¿El olor de la madre, la leche, las canciones? Pues resulta que es el contacto físico. Existen experimentos tanto en ratones como en niños que lo demuestran. En niños hay un experimento que se realizó en una maternidad, en una UCI infantil, en la cual los bebés estaban en una incubadora, y sólo se les tocaba lo mínimo imprescindible. El equipo de investigadores comenzó a entrar en la sala de neonatos, y les tocaban y masajeaban durante quince minutos al día. Los niños que tuvieron este contacto crecieron hasta un 50% más que los niños no tocados.


Pero ¿de dónde salió la moda esa de que tocar/abrazar/mimar a los niños era perjudicial?

En mi familia existe un dicho: "no cojas tanto al gato que se achica". Como hemos visto, ésto no sólo no es verdad, sino que la realidad es todo lo contrario, todos los animales necesitamos contacto físico para crecer sanos. ¿Quién fue el que nos convenció de todo lo contrario?

Abrazado a una, comiendo de la otra
A principios del siglo XX, el Dr. Luther Holt de la Universidad de Columbia era el "gurú" de la educación infantil. Él predicaba que la atención excesiva, el coger al niño en brazos cuando llora, el contacto físico, era perjudicial para los niños. Creaba niños dependientes, maleducados y llorones. En esa época, esa era la teoría que se llevaba. A partir de los años 50, algunos científicos se pusieron a "demostrarlo". El que más estudios sobre el tema realizó fue Harry Harlow, que utilizó monos Rhesus para demostrar que no hacía falta una madre para crecer sano.
Colocó a los monitos bebés en jaulas, en una esquina se encontraba una madre hecha de alambre, pero con un biberón de leche, y en la otra había una mamá mono de peluche. Los monitos pasaban el día agarrados al peluche, y sólo se acercaban a la otra "madre" para comer rápidamente, antes de volver a agarrarse al peluche. Los monos que tenían estas dos madres sufrieron ligeros problemas psicológicos, pero los que no tuvieron a la madre de peluche, se volvieron completamente locos.


Así que la próxima vez que tu niño llore, cógelo. Si te apetece abrazarlo, abrázalo. Portéalo. Achúchalo, mímalo, cuéntale cuentos y canciones. Hazle cosquillas y pedorretas. No sólo vais a ser más felices los dos. Su crecimiento será mayor y su salud de adulto te lo agradecerá.

Y no es que te lo diga yo, como madre. Ni un gurú de hace cien años con una teoría "porque yo lo valgo" (una de esas no basadas en estudios, sino en "lo que yo creo cierto porque sí"). Lo dicen más de cien años de estudios científicos.

El amor protege del estrés y fomenta el crecimiento. Es un hecho científico.

Bibliografía:


¿Por qué las cebras no tienen úlcera?: La guía del estrésAlianza Ensayo. Robert M. Sapolsky. 
Alianza Editorial, 2008



Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

8 comentarios:

  1. Ahora mismo me voy a abrazar y besuquear a mi niño, que le acabo de sacar la ropa del invierno pasado y todavía le vale jejejeje.
    Gracias por tan interesante articulo.
    Nos vemos.

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    1. je,je, ojalá funcionara así. Yo mediría 1.80m por lo menos... un beso!!

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  2. Creo que no hay mejor lugar que entre los brazos de una madre, bueno, sólo se me ocurre uno, siendo la madre y acurrucando a tus hijos mientras inhalas el maravilloso olor que desprenden.

    Besitos, me ha encantado leer el post

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    1. Mmh, supongo que en brazos de tu padre también cuenta, y yo tengo unos recuerdos buenísimos de los achuchones de mi abuela. El contacto y el olor es de las cosas mejores que existen.

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  3. Qué penita me dan los experimentos con primates, no lo puedo evitar...
    Y sí, parece mentira que haya gente que aún te suelte tonterías cuando acudes a mimar y abrazar a tu prole. En fin...
    Besotes!

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    1. Pues las de los niños no las he explicado, eran mucho peor... Pero hay que conocerlo, para saberlo y no repetirlo.

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