martes, 2 de octubre de 2012

Mi experiencia con la lactancia materna



Esta semana se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, y para celebrarlo os voy a contar mi experiencia. La verdad es que me asombra no haberla contado todavía, pero cuando empecé este blog ya estábamos en sus últimas fases y luego nunca encontré momento. Así que llegó la hora de contar mi "batallita de lactancia".

Porque esa es otra. Toda madre que ha amamantado tiene su "batallita" de lactancia. Y no es porque nos guste contar la historia, es que lo normal es que tengan bastante miga. Casi todas tuvimos problemas al principio, entre medias, al final... Lo que debería haber sido algo tan simple como "ponte el niño al pecho y que mame" acaba siendo una carrera de obstáculos y una oda a la cabezonería.

Yo nunca pensé que fuera a tener problemas de lactancia. Como veterinaria, he atendido muchos partos, naturales o por cesárea. Pero ¿problemas de lactancia? Déjame pensar.... ¿tres? Y eso que hice mis prácticas en una clínica que atiende a un montón de criadores... En fin, cachorritos huérfanos sí, cogidos de la calle abandonados. Alguna mastitis cuando los cachorros ya tienen dientes, algún cachorro algo "atontao", una retención de leche, una eclampsia... poco más. ¿Problemas de enganche? Casi cero. Y eso que cesáreas hacemos muchas, pero normalmente las perras salen de la cesárea en media hora, despiertas y con sus cachorros enganchados en las tetas. Sin más.

Así que yo pensé que sería algo parecido.

Je,je.

Y eso que dí a luz en un hospital "concienciado", que te ponían el bebé en el pecho nada más nacer. Y te lo dejaban contigo dos horas, antes de hacerle las pruebas (menos a la mía, que se la llevaron nada más salir, por prematura... otra batallita que tengo que contar).

Y sí, te lo dejaban contigo, y ¡ale! tú solita te apañas. Menos mal que teníamos el maravilloso libro de Carlos González, que si no...

Porque Pollito se adelantó un mes, y con 2,300kg, estuvieron a punto de llevársela a la incubadora. No se la llevaron, pero al ser tan pequeña, pues estaba algo débil, costaba muchísimo despertarla para que mamara. Como una vez al día, se enganchaba ella solita y mamaba bien. El resto... pellizcos, desnudarla, cosquillas en los pies para que se despertara... nada. Las enfermeras ofrecieron sus biberones, y dijimos que no. Con el cambio de turno, vino otra que trajo una jeringuillita con un poco de suero glucosado, le dio unas gotitas cuando estaba al pecho, por un ladito, y se animó algo más. Probamos con ese truco varias veces, e iba funcionando.


A las 48h nos dieron el alta. Yo estaba algo alucinada, porque pasar de casi llevarla a la incubadora, a que te den el alta en 48h, pues me pareció un poco fuerte. Total, a casa, con pesados diarios y una "ayudita" de biberón si perdía más de 200gr., y a mí me seguía sin bajar la leche. Los gramos los perdió, claro.

Como yo soy cabezona, le compré la leche de fórmula, pero en vez  de dársela en biberón se la dábamos entre la teta y sus labios, con una jeringuilla. Como mucho se tomaba entre 30 y 60 ml. Vamos, nada. Nos sentimos culpables, le dimos mil vueltas... pero la niña parecía estar bien. Al día siguiente me bajó la leche, y en un par de días la cosa se normalizó. Empezó a dormirse más tarde, a chupar más, y fue recuperando su peso. Pasamos de la leche de bote, y seguimos solas.

No tuve grietas, sólo los pechos algo escocidos, y el dolor de la hinchazón de los primeros días de la salida de la leche. Yo me untaba aceite de rosa de mosqueta entre tomas, y me fue muy bien.

A los tres meses, me detectaron que tenía un resto de placenta, y que había que quitarlo. Pero antes, tenía que tomarme una medicación, para ver si lo echaba yo por mí misma. Cuando pregunté si era compatible con la lactancia, me pregunto la ginecóloga "¿todavía?"... y yo flipé, claro. "Bueno, pues le das tres días biberones y ya está". Jodeeeeeerrrrrr..... lo dice como si fuera fácil....


Pollito no quería biberón ni en pintura, claro. A mí me rabiaba sacarme la leche y tirarla. Con lo que costaba... Y verla y oírla llorar, porque la pobre no entendía nada... me estaba rompiendo el alma. Así que me lancé a internet. Encontré la página del Hospital de Denia, que explica lo que se puede tomar mientras das el pecho, y lo que no.

Pues resulta que la medicación que yo tomaba no sólo no estaba contraindicada, sino que como efecto secundario disminuía ligeramente la producción de leche, y recomendaban dar de mamar más veces al día, para compensar. Toma ya. Hablé con un amigo pediatra, y al día y medio de empezar la medicación volví a poner a la teta a Pollito.

Y hasta que cumplió trece meses, ahí estuvimos, felices y contentas. Con sus picos de crecimiento, sus mordisquillos y sus cosas... pero felices. A los trece meses yo decidí hacerle el destete nocturno, a ver si así dormía más (ja, ja!). Y ella decidió hacer el destete diurno. En diez días acabamos con la lactancia, y casi no me volvió a pedir (el final de mi lactancia aquí).


Y yo lo suponía fácil...

Espero que con la segunda bebé todo vaya aún mejor, yo ya tengo experiencia, y más seguridad. Así que sí, claro que le daré el pecho. ¿Hasta cuando? Hasta que nos apetezca. ¿Por qué? Porque es lo más natural, lo más sano física y emocionalmente y además.... además es un placer por el que ninguna madre tendría que tener que luchar.


Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

13 comentarios:

  1. Es alucinante que un médico se sorprenda porque a los 3 meses sigues con la lactancia (sí, a mi también me pasó). Peque dejó de mamar más o menos a los 14 meses y en circunstancias parecidas a las de Pollito (de noche, en vez de ponerlo al pecho lo acunaba para tranquilizarlo y así dejó la teta nocturna...y al poco, de día también).
    Qué ternura la foto con Pollito y el gato, me encanta!
    Muas!

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    1. Más que sorprenderse, me dió la enhorabuena, me dijo que era raro que se llegara a "tanto" (aquí flipé doble).
      El gato lo tuve perenne unos meses, mientras Pollito llevaba mantita o saquito, que claro, eran de forro polar super suave, y le encantaba tumbarse encima. Teníamos que hacernos hueco, a veces. Eso sí, a la niña nunca le hizo un mal gesto, y cuando me agobiaba, le apartaba y punto.

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  2. Lo mio no fue malo malisisimo, con las enfermeras, después de darme de alta tuve que volver para que me operasen de urgencias, me cesaría se complico y mucho mucho.
    Me costo tanto que me bajara la leche y cuando me dijeron que el niño no podía mamar mi leche por todos los medicamentos y que era mejor que se lo llevaran a casa, A CASA SIN MI NOOOOOO, estuvo un día y una noche sin mi, a mi me pareció una eternidad ,
    Cuando paso el médico de turno me pregunto por el niño y cuando le dije que estaba con mi madre me dijo que por qué? , no podía creer lo que estaba escuchando.Me dijo "el niño tiene que estar con su madre si ella tiene fuerzas" como no iba a tener fuerzas por mi niño lo que sea y más .
    A si que puedes imaginar mi odisea con la lactancia.
    No se lo deseo a nadie.
    Nos vemos

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    1. Es alucinante el daño que puede hacer un médico o una enfermera que no tienen información suficiente. Un día y medio parece poco, pero es una eternidad para un bebé y su madre.
      Ya es suficientemente malo tener que separarte del bebé cuando es ABSOLUTAMENTE NECESARIO, con que si en realidad no lo es...
      A mí después de la medicación me dijeron que tenían que hacer un legrado. Me dejaron estar con mi marido y mi niña en la habitación. En teoría no podía dar de mamar a la niña hasta 8 horas después de haber despertado, pero el anestesista que me atendió me dijo que si estaba despierta, era que había eliminado el fármaco, y ya no estaba en la leche. Así que si estás despierta, el niño puede mamar. Con cosas así, es que acabas alucinando.
      Con lo fácil que debería ser...

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  3. Ufff, lo mío no fue tan complicado. La verdad es que Irene empezó a mamar como si lo hubiera hecho toda la vida. El problema lo tuve yo, que de no colocarla bien (supongo) me salieron unas grietas que veía las estrellas cada vez que quería comer.

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    1. Lo de las grietas debe ser un horror, yo me libré de esa. Un beso!

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  4. Yo la verdad es q no tuve muchas complicaciones en los inicios, alguna molestia,hinchazon,,,lo tipico. Y asi estuvimos hasta los 18 meses, que ella decidió que ya era mayor para la teta, que se la dejaba al bebe, estaba embarazada de cinco meses...
    Y con mi segundo hijo...no tuve que pensar nada... salió de mi vientre y al pecho... no hay mucho mas que hacer...
    Lo de los medicos y los medicamentos... buffff, mejor ni hablar..

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    1. Si es que si no se interfiere, es así... el problema es la gente que se mete en medio dando (malos) consejos, o poniendo trabas.
      No entiendo por qué en los vademécum no viene si el medicamento es compatible con la lactancia o no, y los del mismo efecto que sí lo sean. Nos ahorraríamos muchos disgustos.

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  5. YO a mi hija mayor no le di y tenía esa espinita clavada. A mi hijo se lo llevaron a la incubadura y no mamaba, así que cuando llegamos a casa a mí ya me había subido la leche (muchaaaaaaaaaa) y el niño no había probado, pero no tuve ningún problema en que lo aceptara e incluso por mi comodidad me sacaba la leche sobrante y se la daba en biberón en las tomas de madrugada porque me resultaba más cómodo. Vamos, que me lo organicé bastante bien (creo) porque él aceptaba tanto la leche materna como el bibi y eso te da cierta libertad de movimiento (¡¡y puedes dormir!!). Pero ... a los pocos meses tuve una mastitis que no se lo deseo ni a mi peor enemigo. La peor experiencia de mi vida en cuanto a dolor y tuve que dejarlo (experiencia bastante dura también porque al dolor de la mastitis le tuve que sumar el tener el pecho cargado y que no se me retirara).

    Recuerdo los momentos dando de mamar al niño como los más maravillosos de la maternidad y la retirada de la leche como una de mis experiencias más traumáticas.

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    1. Qué bien que con el niño sí que pudieras, después de haber estado en la incubadora no todos lo logran...
      Yo también tuve mastitis, pero a base de dar de mamar y masajitos se me pasó bastante, y el antibiótico la terminó de quitar. Se supone que cuando hay mastitis no hay que retirar al niño, porque si no se te acumula la leche dentro, y es mucho peor. Yo también recuerdo los momentos de dar de mamar como de los mejores de la vida. Un abrazo!

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  6. Todas a favor de la lactancia materna. Yo tuve muchos problemas al inicio pero no por eso dejé de darle el pecho a mi peque. Todo lo contrario y al final estuve 12 meses con la lactancia materna.

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  7. Hola, el libro de Carlos Gonzalez tambien fue de gran ayuda, mi niña tomo el pecho hasta los 3 años, hasta que decidió que ya no queria mas. En el hospital nulo el apoyo, además lo tuvieron en neonatales los primeros dias, al llegar a casa la leche no bajaba, pero claro luego ya empeze a tener leche, luego lo pechos hinchados....pero bueno, en cuento se puso en marcha todo bien. Un besito

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    1. Yo no sé qué habría hecho sin ese libro. Bueno, sí lo sé, tirar la toalla al segundo día... Enhorabuena por tus 3 añitos!

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